Escuchar, empatizar y respetar para potenciar y valorar las capacidades de preguntar y soñar; y juntos superar las dificultades, acompañados y guiados. Desde una alternativa superadora, los miembros del Sistema de tutorías orientan a los ingresantes ante problemáticas de diversa índole, como inquietudes vocacionales, adaptación a la vida universitaria, dudas respecto a la organización del estudio, patologías físicas y psíquicas, vinculación con otras dependencias de la UBA, violencia de género y otras situaciones de vulnerabilidad, y guías acerca del futuro laboral. Y, si bien todavía falta mucho para que el Sistema alcance a cada ingresante, y que los docentes recurran a él toda vez que detecten inconvenientes en sus alumnos, ya se han dado grandes y firmes pasos.
Las tutorías en la educación universitaria constituyen una problemática de incontestable actualidad y relevancia. Cada vez más, la tutoría cobra renovado valor dado que representa un poderoso herramental con el que cuentan las instituciones y los docentes para lograr mejoras sensibles, no solo en la calidad de la educación, sino en la equidad de los procesos y mediaciones educativas. Es ya una frase hecha decir que los ingresantes en los sistemas de educación superior necesitan aprender “el oficio de estudiante universitario”, entre otras muchas competencias que deben desarrollar con inusitada rapidez. Así se enfrentan al reto de asimilar nuevos códigos, y no solo los referentes a los lenguajes disciplinarios propios de cada carrera, sino también los estilos de comportamiento, las expectativas de logro institucionales, por citar algunos, con el agravante de que poco o nada de esto suele estar explícito. En esta transición, a veces dolorosa, hasta “afiliarse”, “ubicarse”, “pertenecer” a una institución compleja como la Universidad, la labor profesional de los tutores marca la diferencia, como muestra la ingente cantidad de investigaciones cuanti y cualitativas realizadas en los últimos veinte años en diversos países, que analizaron la figura de la tutoría como modelo de oportunidad para las y los estudiantes.
El desafío que impulsó la creación del Sistema de tutorías de la FFyB, en el marco del Programa de Mejoramiento de la Enseñanza en Farmacia y Bioquímica (PROMFyB), fue la observación, por parte de pares evaluadores de otras facultades de Farmacia y Bioquímica, de una alta tasa de desgranamiento y de cronicidad en las carreras que se dictan en nuestra Facultad. Luego de la selección de los tutores entre los docentes auxiliares de la FFyB y su debida capacitación, las acciones tutoriales se iniciaron en 2009, con el fin de acompañar a los ingresantes que optaran por tener tutor durante el comienzo de su trayecto en la Facultad, con el objetivo de desalentar la deserción evitable y promover un rendimiento académico que llevara a la obtención del título de grado en un tiempo razonable.
En los inicios, tanto la capacitación de los tutores ―a través de un curso que duró un cuatrimestre―, como la coordinación de las acciones tutoriales, estuvieron a cargo de los integrantes del Área Pedagógica de la FFyB. Entre ellos, la Lic. Ianina Augustovski, quien trabajó 5 años como coordinadora y asesora del equipo y de las autoridades. Para nosotros, Ianina era “nuestra tutora” y fue de vital importancia para darle impulso al proyecto. Ella se encargó de entender nuestros miedos y problemas, de acompañarnos en los distintos caminos que transitábamos al dar nuestros primeros pasos como tutores, de proponernos alternativas para ayudar a nuestros tutorandos. También fue capaz de incentivar nuestro crecimiento, de transmitir nuestras inquietudes a las autoridades de la Facultad, y de tender lazos con otros colegas tutores del país, así como de presentarnos diversos recursos de la UBA que resultaron muy efectivos para atender a distintas necesidades de los ingresantes. Ya en el 2013, la coordinación del Programa pasó a nuestras manos, y si bien no éramos expertos en Pedagogía ni en Políticas Universitarias, nuestro conocimiento sobre las características de nuestros ingresantes y sobre la impactante experiencia que constituye ser un estudiante en la FFyB podía contribuir al afianzamiento del Sistema de tutorías.
La tutoría que se realiza en la FFyB es un proceso de acompañamiento destinado a optimizar el rendimiento académico de los ingresantes, favorecer su permanencia en la Facultad y guiarlos en la solución de los problemas que se presenten en la vida universitaria. La idea es que los ingresantes logren, a través de la orientación de sus tutores, adquirir y mejorar aptitudes que necesitarán para estudiar en la Universidad: conocer sus fortalezas y debilidades para el estudio, establecer metas a mediano y largo plazo, organizar su plan personal de carrera, evaluar su propio desempeño académico y tomar decisiones acerca de su carrera. Para ello, antes del inicio de cada cuatrimestre, se llevan a cabo jornadas para ingresantes que incluyen una bienvenida por parte de las autoridades de la Facultad, y un encuentro con el tutor asignado y con el grupo de compañeros de tutoría.
Las actividades de tutoría comprenden varios momentos. En primer lugar, un taller durante el cual los integrantes del grupo pueden conocerse para sentirse en confianza y empezar a reflexionar sobre las implicancias del inicio de la carrera en la FFyB. También se realiza una recorrida por el edificio de la Facultad para ver los lugares importantes para el inicio de la cursada ―tales como las dependencias administrativas, las bibliotecas, las cátedras que dictan las primeras asignaturas, entre otros. Además, los chicos cuentan con una visita al salón de trabajos prácticos de la cátedra de Química General e Inorgánica, que tiene como objetivo empezar a trabajar, junto con los docentes auxiliares de la asignatura, temas relacionados con la seguridad y las buenas prácticas en el laboratorio. Por último, se lleva a cabo una actividad en los gabinetes de computación en la que los ingresantes pueden entrar en el Campus Virtual y matricularse en el espacio virtual del Sistema de tutorías ―para, de ahí en adelante, quedar en contacto con su grupo. Además, pueden completar una ficha que sirve a los tutores para conocer más a sus tutorandos.
Una vez iniciada la cursada, el tutor cita a sus tutorandos a entrevistas individuales o en grupos pequeños, con el fin de realizar un seguimiento tanto del desempeño académico como de otros aspectos que pudieran poner en peligro la continuidad de los chicos en la FFyB. La función de los tutores es orientar a los tutorandos ante problemáticas de diversa índole, tales como inquietudes referentes a lo vocacional, inconvenientes en la adaptación a la vida universitaria, dudas respecto a organización del estudio, patologías físicas y psíquicas, vinculación con otras dependencias de la UBA, violencia de género y otras situaciones de vulnerabilidad, y guía acerca del futuro laboral.
Es claro que el tutor maneja un enfoque integral de los chicos, considerando no sólo los aspectos académicos, sino también aquellos que pudieran potenciar o interferir el proyecto personal de alcanzar un título profesional. Asimismo, el tutor es el encargado de poner a disposición de los tutorandos aquellas herramientas que puedan desarrollar sus fortalezas y trabajar sobre sus debilidades. A través del sistema de tutorías se informa a los ingresantes sobre los diversos recursos que la UBA ofrece a sus estudiantes: las becas de ayuda económica, las dependencias que realizan servicios de re-orientación vocacional o de seguimiento psicológico, las oportunidades para realizar actividades deportivas y de intercambio estudiantil, los talleres y cursos extraprogramáticos, y la asistencia en casos de discapacidad o violencia de género. Por esto, es muy provechoso que toda la comunidad de la FFyB ―y en especial, los docentes de las 6 primeras asignaturas que cursan los ingresantes― conozca la existencia del Sistema de tutorías y acuda a sus coordinadoras cuando lo crea oportuno.
Con el correr de estos 10 años las acciones tutoriales se fueron enriqueciendo y amplificando. Por el equipo de tutores ya transitaron más de 50 docentes de diversas cátedras de la Facultad, seleccionados mediante concursos que se realizan cuando aparecen vacantes entre los 26 puestos. A su vez, han recibido apoyo en este Sistema más de 1.000 ingresantes de las 3 carreras de grado y de las 2 tecnicaturas universitarias. El Sistema cuenta con un reglamento aprobado por resolución del Consejo Directivo, que define cómo es la tutoría que elegimos tener y que describimos como motivacional, individual, de expertos, para ingresantes y de modalidad presencial-virtual. Los tutores trabajan ad honorem y además realizan otras actividades, como ser consejeros de estudios de los alumnos con becas de ayuda económica, representar a la FFyB en eventos tales como las Jornadas #YoQuieroEstudiar, y participar en congresos relacionados con la tutoría universitaria.
Por otra parte, el equipo tiene como premisa fundamental la mejora de la calidad de las acciones tutoriales y de los dispositivos que se ponen en juego para realizar tutorías. Por ello, una de las consignas es la capacitación continua de los tutores, ya sea mediante cursos de posgrado generados exclusivamente para formar tutores, o a través de la organización de seminarios y reuniones de trabajo que nos llevan a revisar nuestras prácticas y encontrar maneras de optimizarlas. La reflexión y la autoevaluación ha sido nuestra manera de crecer y de generar los cambios necesarios para mejorar. El Sistema de tutorías funciona como una red humana dispuesta a trabajar con y para los ingresantes, aportando creatividad e instinto, pero sobre todo paciencia y mucha vocación. Existe una sinergia que nos permite colaborar y obtener resultados de manera proactiva y eficaz. Creemos en la fuerza de nuestro grupo y celebramos cada pequeño logro.
Hallamos una arista de nuestro desempeño profesional que nos desafía como personas y que reclama una gran responsabilidad. Para poder realizar bien su tarea, es indispensable que el tutor desarrolle una serie de competencias de carácter social-relacional que trascienden su actividad docente y que lo definen como tutor. La nube de ideas que se muestra surgió durante un taller del equipo con la consigna de describir qué actitudes se ponen en juego en una tutoría de calidad. Resulta claro que cumplir el rol de tutores implica poner en juego la escucha, la empatía, el respeto, la admiración, la superación, entre otras. La madurez de este equipo se manifiesta por el papel que cumplen los tutores, el alcance de sus intervenciones y el compromiso que ponen en juego. Aunque ya pasaron 10 años del nacimiento de este proyecto institucional, todavía falta mucho por hacer para que nuestra institución pueda decir que tiene un Sistema de tutorías que alcanza a cada ingresante, y al que recurren todos los colegas docentes que detectan inconvenientes en sus alumnos que ameriten la intervención de un tutor. Es nuestro deseo difundir este proyecto institucional con el fin de que toda la comunidad de la FFyB integre a los tutores para que de esa manera, el servicio que ofrecemos pueda ser aprovechado plenamente por todos nuestros ingresantes.