La directora del equipo de psicólogas/os orientadoras/es de la Dirección de Orientación al Estudiante (DOE), que depende de la Subsecretaría de Orientación Universitaria de la Secretaría de Relaciones Institucionales, Cultura y Comunicación de la UBA, licenciada Claudia Flores, nos cuenta sobre las motivaciones, los miedos y expectativas de quienes quieren comenzar o retomar una carrera universitaria después de muchos años de haber dejado o finalizado sus estudios.
¿Es frecuente que a la DOE consulten estudiantes que deciden comenzar o retomar una carrera universitaria después de muchos años?
En la Dirección de Orientación al Estudiante (DOE) de la Subsecretaría de Orientación Universitaria de la Secretaría de Relaciones Institucionales, Cultura y Comunicación del Rectorado de la Universidad de Buenos Aires tenemos la oportunidad de atender personas que pertenecen a un amplio rango etario (que puede ir de los 17 años a 60 años o más, por ejemplo) y en situaciones muy diversas, lo cual nos permite trabajar en este campo de acción, acompañando con múltiples estrategias. Además, la DOE cuenta también con diferentes líneas de acción destinadas a generar el contacto con poblaciones jóvenes y adultas en vinculación interinstitucional (tales como el trabajo con Centros Educativos de Nivel Secundario (CENS), escuelas secundarias para adultos, el Programa Adultos 2000, entre otros). Es importante recordar que muchas personas consideran la orientación vocacional como exclusiva para adolescentes y jóvenes, y por ello muchas veces no se animan o inclusive no consideran la posibilidad de consultar frente a una problemática de orientación vocacional.
La población que nos consulta es muy heterogénea desde múltiples puntos de vista: experiencias de vida, lugares del país, puntos de partida para pensar en su orientación vocacional, trayectorias educativas y laborales, momentos de la vida. Trabajamos con personas que quieren retomar o comenzar un estudio de nivel superior, después de varios años de inactividad académica formal. También, con personas que decidieron volver al secundario de “grandes” y se encuentran pensando en continuar estudios superiores luego de recibir su título secundario. Otros/as consultan por distintos proyectos de formación (no formal, formal, superior, etc.).
¿Qué motiva a estos estudiantes comenzar o recomenzar una carrera universitaria?
Los motivos para retomar los estudios son tan variados como las personas que atendemos, dado que dependen de muchos factores: del momento vital en que se les generó la inquietud/pregunta por volver a estudiar, las motivaciones de esa inquietud en ese momento particular, entre otros. Aún así, existen algunas razones que se reiteran con mayor frecuencia.
Muchas personas han podido, a lo largo de sus experiencias de vida, identificar que cuanto mayor nivel de formación se posee, se habilita la posibilidad de acceder a mejores posibilidades de inserción laboral, y esto promueve la aparición de motivaciones para la continuidad de la formación. El objetivo es contar con nuevas herramientas para crecer en el área de desempeño laboral. En otros casos, la motivación se genera ante las intenciones de elegir o cambiar las tareas y/o ámbitos de trabajo actuales, para desplegar intereses que habían quedado relegados. Las experiencias laborales además suelen permitir a las personas el descubrimiento de nuevos gustos.
Existe además la famosa “cuenta pendiente”, y el deseo de concretar “sueños postergados”. Muchos/as refieren sentir una mayor autoconfianza para animarse a iniciar un proyecto formativo que antes no consideraban posible. También mencionan la oportunidad de contar con tiempo suficiente para dedicarlo al estudio, situación que en otro momento no era posible.
Otra razón que plantean las personas para retomar los estudios está fundamentada en la intención de constituirse como “un ejemplo de superación” para sus hijos/as.
La experiencia de la universidad es vivida para algunos/as de nuestros/as consultantes como una oportunidad para desarrollarse tanto personal, académica como socialmente.
Por último, no podemos soslayar que el mundo del trabajo en la actualidad impone exigencias de mayor formación para quienes desean avanzar en su trayectoria laboral.
El abanico de motivaciones es amplio y diverso.
¿Cuáles son sus principales dudas o miedos?
Entre las consultas que recibe el equipo de psicólogos/as de la DOE, las personas manifiestan diversos temores a la hora de comenzar un estudio.
Por ejemplo, se encuentra el temor a insertarse en un ámbito que imaginan destinado mayoritariamente a personas más jóvenes y, por ello, a sentirse “fuera de lugar”. También ponen de manifiesto el miedo a no “poder” adquirir nuevos conocimientos ágilmente o no poder adaptarse al ritmo de estudio universitario, luego de muchos años de no haberlo hecho. En este punto, depende también de características personales, por ejemplo, la autoexigencia personal y la idea asociada a que “ser grande” obliga a “no fallar”.
Otra gran temática es la compatibilidad del estudio con actividades de otras esferas de la vida (trabajo, familia, etc.) y la preocupación de no contar con tiempo para cumplir con todo.
Además, refieren inquietudes en torno a cómo insertarse siendo graduados/as a una edad mayor de la supuestamente esperada socialmente.
Es curioso ver que algunos de estos temores los escuchamos también de parte de los/as más jóvenes, lo que lleva a cuestionar algunos mitos circulantes, como la idea de que existiría un “momento ideal” para estudiar y condiciones más propicias que otras. Cada etapa tiene sus complejidades y también sus ventajas.
¿Con qué realidad se enfrentan estos estudiantes al ingresar en la universidad?
Ingresar a un nuevo ámbito de estudio suele vivirse como un cambio hacia lo desconocido que implica encontrarse con nuevas lógicas, otras maneras de relacionarse, distintas modalidades de estudio y de organización de tiempo. En especial, si no se cuenta con personas cercanas que hayan transitado una experiencia similar. Sin embargo, los ámbitos universitarios cuentan con distintos recursos y dispositivos para acompañar a los/as estudiantes y suelen presentar una heterogeneidad en cuanto a edad, trayectoria, experiencias, etc., que permiten a las personas habituarse poco a poco e ir encontrando un lugar que les sea propio. Así, algunos temores y fantasías iniciales pueden comenzar a disiparse.
En este sentido, el trabajo de anticipación a través de acciones como informarse, explorar, entrar en contacto con personas de ese mundo, entre otros, resulta fundamental para sentirse más preparados/as a la hora de insertarse en la vida universitaria.
En este proceso, además resultará fundamental reflexionar acerca de los propios recursos, e identificar en qué aspectos de la propia experiencia es posible apoyarse para insertarse de la mejor manera en esa realidad. En algunos casos, las personas que retoman sus estudios después de muchos años, encuentran que les resulta más sencillo hacer foco en el estudio, cuentan con mayor claridad en relación a sus objetivos, han adquirido aprendizajes que les permite afrontar distintas situaciones de la vida universitaria con otro bagaje. Inclusive, la experiencia laboral y personal puede contribuir a la comprensión de ciertos contenidos de algunas materias.
El objetivo de realizar este nuevo proyecto (en cuanto a si lo hace por placer, o por ser una meta pendiente, o para ampliar sus oportunidades laborales): ¿repercute en el compromiso y organización de los estudiantes?
Encontramos que los/as consultantes que quieren volver a estudiar después de muchos años identifican con mayor claridad su propósito, lo que genera una motivación y compromiso más definido a la hora de emprender este proyecto. Esto tiene con que ver con una construcción del sentido estudiar propio y personal, que se fue desarrollando con el correr de las propias experiencias y el recorrido de vida realizado. La elección suele ser resultante de un proceso que es el motor de la decisión, y los resultados entonces son muy positivos. Se trata de dar lugar a la motivación interior promueve la posibilidad de avanzar con las decisiones.
Luego, a la hora de convertir esas intenciones en un proyecto concreto, esa misma motivación es la que funciona como motor para afrontar aquellas dificultades que se puedan presentar.
¿Qué consejos le darías a un estudiante que comienza una carrera universitaria luego de algunos años de haber terminado sus estudios secundarios?, ¿Cómo puede organizar el estudio y compatibilizarlo con su realidad familiar y/o laboral?
Para comenzar, nos parece interesante destacar que, desde los enfoques actuales de la Psicología de la Orientación, el objetivo es que las personas puedan adquirir cada vez mayor autonomía en sus decisiones y aprendan a orientarse. En este sentido, más que consejos, la propuesta de los/as psicólogos/as orientadores/as es acompañar a las personas para que puedan reconocer sus objetivos, evaluar la propia situación, identificar obstáculos y elaborar estrategias para avanzar en la construcción de sus proyectos.
Sí podemos señalar algunas cuestiones que es importante tener en cuenta.
Como mencionamos, en primer lugar, es fundamental informarse sobre todas las posibilidades que ofrece la universidad. Por ejemplo, la UBA, además de brindar una formación de calidad, permite que cada estudiante pueda hacer su propio recorrido formativo en cuanto a la organización y la consecución del modo de cursar, lo cual les permite compatibilizar el estudio con otras esferas de la vida.
Por ejemplo, cursar materias en horarios diferentes, elegir la cantidad de asignaturas que se cursarán por cuatrimestre, anotarse para hacer materias en los cursos de verano, entre otras posibilidades. Además, la UBA ofrece una enorme cantidad de recursos y espacios de apoyo, que van desde tutorías, áreas de orientación vocacional, cursos de metodología de estudio, charlas al inicio a las carreras, espacios para resolver dudas, becas, hasta inclusive jardines maternales para hijos/as de estudiantes.
También existen diversos recursos que son gestionados por los/as estudiantes y compartidos entre pares.
Además, es fundamental comprender que el tiempo para adaptarse es subjetivo y que es importante desarrollar paciencia para atravesar esta transición, acostumbrarse a los nuevos ámbitos y generar hábitos de estudio. Construir el rol de estudiante universitario/a implica un trabajo en sí mismo.
También es relevante considerar e identificar qué aspectos de la experiencia propia se pueden recuperar para aplicar a estos nuevos espacios de inserción educativa, entendiendo que es posible trasladar aprendizajes ya adquiridos al nuevo contexto (uso de la tecnología, experiencia en la organización del tiempo, realización de tareas en equipo, por ejemplo).
Respecto al entorno familiar, un aspecto que contribuye al desarrollo del proyecto educativo es gestionar con ellos/as su modo posible de acompañamiento, tanto desde lo emocional como desde la organización de la vida cotidiana, dado que serán un gran recurso para sostenerlo.
Si alguien quiere retomar sus estudios y no sabe cómo hacerlo, ¿hay actividades que pueda realizar para sentirse acompañado/a?
Por supuesto, la DOE ofrece distintas actividades y espacios para que quienes estén pensando en iniciar un proyecto educativo. Continuamos trabajando de manera virtual a través de diferentes actividades, tales como el servicio de chat, que es atendido por psicólogos/as orientadores/as de lunes abierto de 10 a 18 hs., o el taller “Conocé la UBA para mayores de 21 años” que se realiza periódicamente, para quienes se encuentran interesados/as en iniciar sus estudios en nuestra universidad. Pueden consultar todas las actividades en nuestra página web: www.uba.ar/doe
Por otra parte, hay un recurso de inigualable valor que fue editado recientemente por EUDEBA cuyo contenido está elaborado por la DOE, que es la Guía del estudiante 21/22 Edición Bicentenario UBA. La misma cuenta con toda la información de la oferta educativa de nivel superior pública y privada de todo el país. Además, incluye varios apartados que pueden resultar de gran interés para quienes están pensando en su futuro.
Por un lado, dispone de distintos criterios de búsqueda, tales como la zona geográfica, el tipo de institución o el área de interés en el cual se incluya cada carrera. Este último criterio de búsqueda es particularmente interesante porque permite vincular los propios gustos e intereses con la oferta académica existente y así ampliar las posibilidades de estudio consideradas. A su vez, cuenta con un capítulo destinado a las claves para orientar la elección de la carrera y un apartado dedicado exclusivamente a información acerca de la UBA y la vida universitaria. Por supuesto incluye también la descripción de las carreras de la UBA.
Otra herramienta que brinda la DOE, a través de su página web, es la sección denominada “Comenzá a orientarte” donde hay producciones y escritos que buscan favorecer la reflexión de quienes se encuentran atravesando un proceso de orientación vocacional y elección de la carrera; allí se incluyen notas pensadas en la heterogeneidad de nuestras/os consultantes. Otra vía de contacto es el tradicional correo electrónico: doeinfo@rec.uba.ar a través del cual pueden realizarnos todas las consultas de información y orientación vocacional que consideren necesarias.
Claudia Flores es licenciada en Psicología egresada de la UBA, cuenta con una amplia trayectoria y experiencia en orientación vocacional. Es directora de la Dirección de Orientación al Estudiante (DOE) de la Subsecretaría de Orientación Universitaria de la Secretaría de Relaciones Institucionales, Cultura y Comunicación de la UBA. Es docente de posgrado en el Programa de Actualización en Psicología de la Orientación de la Facultad de Psicología de la UBA.
Entrevistó: doctora Analía Tomat, profesora adjunta, Cátedra de Fisiología, Facultad de Farmacia y Bioquímica, UBA, y miembro del Comité editorial de FFyB En Foco.