¿SABÍAS QUE…?
Bernardo Houssay nació en Buenos Aires el 10 de abril de 1887. A los 7 años finalizó los estudios primarios en el Colegio Británico, a los 13 egresó como bachiller en el Colegio Nacional de Buenos Aires. A los 17 años, en 1904, se graduó de farmacéutico en la Escuela de Farmacia de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Seis años más tarde, en 1910, se recibió de médico en la Facultad de Medicina de la UBA, y defendió su tesis en 1911 con Diploma de Honor.
Entre 1915 y 1919, Houssay trabajó en el Instituto Bacteriológico Nacional, que actualmente es el Instituto Malbrán, donde dirigió el departamento de sueros y participó de la campaña nacional sobre antídotos de víboras en distintas provincias del país.
En 1919 participó en la creación del Instituto de Fisiología en la Facultad de Medicina de Universidad de Buenos Aires y fue designado profesor titular de la Cátedra de Fisiología donde promovió la formación de muchos investigadores y docentes.
En 1934 impulsó la creación de la Asociación Argentina para el Progreso de las Ciencias que permitía la obtención de subsidios para el financiamiento de investigaciones.
En 1944 participó en la creación del Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME) junto a Eduardo Braun Menéndez, Juan Treharne Lewis, Virgilio G. Foglia y Oscar Orías, donde se realizaron importantes investigaciones sobre diabetes, hipertensión, endocrinología y farmacología. Durante su extensa carrera, fue también presidente de la Academia Nacional de Medicina, la Sociedad Argentina de Biología y la Federación Internacional de Diabetes.
En 1958 participó en la creación del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), donde promovió la creación de la categoría de investigador con dedicación exclusiva. Fue presidente del Conicet hasta su muerte en Buenos Aires el 21 de septiembre de 1971, a los 84 años.
SUS INVESTIGACIONES
Se especializó en el área de la endocrinología, y obtuvo en 1922 el Premio Nacional de Ciencias por su trabajo “Acción fisiológica de los extractos hipofisarios”.
Esto llevó a que, en 1947, recibiera el Premio Nobel de Medicina por sus descubrimientos sobre las “Acciones de la adenohipófisis sobre el metabolismo de los hidratos de Carbono”, que abarcaba temas como insuficiencia hipofisaria y atenuación de la diabetes por la hipofisectomía.
Sus investigaciones resultaron en un avance fundamental en la lucha contra la diabetes, trastorno que actualmente sigue constituyendo una de las patologías más frecuentes de nuestra sociedad.
Por otra parte, Houssay, junto a Luis F. Leloir, Juan Carlos Fasciolo, Eduardo Braun Menéndez, Juan M. Muñoz y Alberto C. Taquini, estuvieron involucrados en el descubrimiento del sistema renina-angiotensina. En 1939, aislaron una sustancia hipertensora a partir de sangre venosa de riñones sometidos a períodos de isquemia, que denominaron hipertensina, mientras que llamaron hipertensinógeno a su sustrato proteico plasmático. Este descubrimiento fue compartido con un grupo de Estados Unidos conformado por I. H. Page, K. G. Kohlstaedt y O. M. Helmer, quienes en 1940 aislaron la angiotonina y propusieron un mecanismo enzimático, donde la renina es la enzima y el activador de la renina es el sustrato. Ambos equipos demostraron que no solo eran grandes investigadores sino personas notables, ya que compartieron el mérito del descubrimiento. En 1958, Braun Menéndez y Page acordaron que el nombre del péptido fuese angiotensina.
http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_ar ttext&pid=S0025-76802004000200015
En octubre de 1943, Houssay postuló: Pienso que convendría orientar las actividades (…) y redactar rápidamente un libro de texto para ayudar a los jóvenes. Es así, que, en 1945, Bernardo Houssay junto con Eduardo Braun Menéndez, Luis Federico Leloir, Virgilio G. Foglia, Oscar Orías, Juan Treharne Lewis y Enrique Hug, escribieron la primera edición del libro Fisiología Humana, que fue traducida a más de 50 idiomas. Esta obra fundacional, así como las siguientes ediciones actualizadas, contribuyeron a la formación de estudiantes, docentes y profesionales ¡Todos quienes estudiamos Fisiología lo hemos tenido presente!
Quizás un párrafo expresado por Houssay en 1942, a propósito de la orientación que debería darse a las tareas científicas, baste para justipreciarlo: “Una investigación es tanto más valiosa: 1º cuanto más original o revolucionaria; 2º cuanto más general es la conclusión; 3º cuanto más segura la demostración; 4º cuanto mayor es la dificultad vencida; 5º cuanto más objetiva la prueba; 6º cuanto más fértil la noción demostrada; 7º cuanto más continua y prolongada”.
Analía Tomat es bioquímica, doctora de la Universidad de Buenos Aires (UBA), profesora adjunta de la cátedra de Fisiología, Facultad de Farmacia y Bioquímica, UBA, investigadora independiente del Conicet y miembro del Comité editorial de FFyB En Foco.