La primera egresada universitaria de una carrera mayor en la UBA, Cecilia Grierson, se graduó de médica en 1889; también fue la primera del país. En este artículo se presenta a las primeras mujeres que egresaron de las distintas unidades académicas de nuestra universidad, hasta mediados de la década de 1930. Para lograrlo, debieron sortear diferentes escollos, porque al decir de Dora Barrancos, la universidad estaba vedada a las jóvenes, aunque legalmente no hubiera restricciones, pero de hecho sí las había en el cuadro normativo de las casas de estudio.
“La presencia femenina en el ámbito del conocimiento (…) debe salir de su clausura para completar el cuadro de la historiografía intelectual de la misma manera que el reconocimiento del protagonismo de las mujeres ha avanzado en la historia social”, nos advertía hace más de dos décadas la socióloga, máster en Educación y doctora en Historia, Dora Barrancos, una pionera en los estudios de género en América latina y de vasto predicamento internacional.
En un artículo anterior —y que este viene a complementar— expusimos sobre las primeras farmacéuticas graduadas en cuatro de las universidades argentinas operantes a fines del siglo XIX y principios del XX*. La primera graduada universitaria argentina en una carrera corta, Farmacia, en la Universidad de Buenos Aires, había sido Élida Passo**, en 1885, y a quien le hemos dedicado una semblanza en esta serie. En ese contexto se enfatizó que, mayoritariamente, las mujeres habían logrado acceder a carreras auxiliares ligadas con el cuidado, como Farmacia, Obstetricia, Odontología, y solo más tarde a la carrera superior de Medicina. Así también, la acogida de las mujeres en las demás disciplinas que se impartían en la UBA fue en general más tardío.
En esta oportunidad reseñaremos los hallazgos de la profesora en Historia por la UBA, María Clementina González, quien desde 1980 hasta su jubilación, en 2016, trabajó en el Archivo Histórico del Rectorado de esa universidad. Su objetivo fue patentizar “a través de la lectura de los documentos que constituyen el acervo patrimonial, la inserción de las mujeres en la Universidad de Buenos Aires a fines del siglo XIX y principios del XX y mostrar las dificultades que debieron afrontar a causa de un contexto histórico sustentado en la centralidad de los hombres”. De aquí en más presentamos un escueto resumen del trabajo exhaustivamente documentado de esta investigadora.
Desde la creación de la Universidad de Buenos Aires, en 1821, debieron transcurrir sesenta y ocho años hasta que la primera mujer se graduara de médica, Cecilia Grierson, en 1889, en la Facultad de Ciencias Médicas. Se recuerda que la primera mujer en ser admitida en esa carrera —después de una ardua lucha— había sido Élida Passo quien, lamentablemente, murió antes de graduarse, cuando cursaba el quinto año de Medicina.
“Un hito importante en el proceso de inserción de la mujer en la vida universitaria fue la creación, en 1896, de la Facultad de Filosofía y Letras, donde se permitió a las maestras normales matricularse con el único requisito de su título. La Facultad se orientó a tres carreras: Historia, Literatura y Filosofía. En la primera promoción, de 1901, de un total de nueve graduados, cuatro fueron mujeres: Elvira y Ernestina López, María Atilia Canetti y Ana Mauthe”, señala González.
En lo que respecta a la Facultad de Derecho, desde su fundación como Departamento de Jurisprudencia, en 1821, hasta la primera egresada, la espera fue mayor: ochenta y nueve años. Celia Tapias recibió el título de abogada en 1910, y se doctoró en Jurisprudencia al año siguiente. “¿Qué dificultades debieron enfrentar estas primeras universitarias?”, se pregunta la investigadora, a lo que responde: “La Facultad de Derecho representaba en el ideario de la época un espacio exclusivo y paradójicamente inclusivo sólo para hombres, pues la carrera implicaba un camino seguro para acceder al poder político, destinada a la formación de la élite dirigente, la élite que integraría los cargos de funcionarios públicos. En este contexto político-social, las mujeres no tenían cabida”.
En la Escuela de Ciencias Naturales, las primeras egresadas de doctoras en Ciencias Naturales fueron Juana Guillermina Dieckmann y las hermanas Axa y Lía Acevedo, en 1912. También González señala que la primera doctora en Química se diplomó en 1911 a los veintiún años: Ángeles Delmon; y, en 1912, “el cuerpo de profesores resolvió adjudicarle medalla de oro, al tiempo que el Ministerio de Justicia e Instrucción Pública de la Nación le concedía a la flamante Doctora una beca de $150.- para perfeccionar sus estudios en Europa”.
En 1918 egresó la primera mujer en la carrera de Ingeniería de la Facultad de Ciencias Exactas: Elisa B. Bachoffen, que al mismo tiempo se convertiría en la primera ingeniera civil universitaria de América del Sur.
La primera mujer en obtener el título de Doctora en Ciencias Económicas fue, en 1919, Ángela Bernasconi.
La primera arquitecta se llamó Finlandia Elisa Pizzul, quien en 1927 egresó de la Escuela de Arquitectura de la Facultad de Ciencias Exactas.
También en 1927 se registra la primera graduada de ingeniera agrónoma: Lía Encalada. “La llegada de las mujeres al área rural por medio de la docencia, la investigación y la producción fue asimismo la respuesta a un gran esfuerzo por ganar espacio en un ámbito dominado tradicionalmente por los hombres”, resalta la historiadora González.
En julio de 1936 se graduó de médica veterinaria Amalia Pesce de Fagonde y en diciembre de ese mismo año, María Teresa Pausecchi de Marzoratti, quien fue diploma de honor.
Como concluye María Clementina González: Desde el ámbito universitario algunas, y desde la militancia en los partidos políticos otras, todas lucharon en defensa de los derechos civiles y políticos de la mujer: participaron activamente al pretender votar y ser votadas.
Fueron pioneras. Enfrentaron las dificultades de su tiempo histórico con las mejores armas: conocimiento y compromiso. Y las vencieron. Abrieron caminos. Ejercieron su profesión y se involucraron inteligentemente en la sociedad que les tocó vivir.
Amalia Beatriz Dellamea. Centro de Divulgación Científica. Facultad de Farmacia y Bioquímica. Universidad de Buenos Aires. Equipo de Gestión Editorial de FFyB En Foco.
Bibliografía
Barrancos, Dora. Itinerarios científicos femeninos a principios del siglo XX: solas, pero no resignadas. En Marcelo Monserrat (Comp.). La ciencia en la Argentina entre siglos. Textos, contextos e instituciones. Manantial, Buenos Aires, 2000, pp. 127-144.
González, María Clementina. Las primeras mujeres en la UBA. Programa Historia y Memoria. Secretaría de Asuntos Académicos. Universidad de Buenos Aires.
*Las primeras farmacéuticas universitarias de la Argentina. http://enfoco.ffyb.uba.ar/content/las-primeras-farmac%C3%A9uticas-univer…
**Semblanza de Élida Passo, primera graduada universitaria argentina y primera mujer matriculada en la carrera de Medicina de la UBA: Has recorrido un largo camino, muchacha. Elida Passo: una lucha preterida. http://enfoco.ffyb.uba.ar/content/has-recorrido-un-largo-camino-muchacha…